Agua buena, agua mala: ¿Cómo saber si tu agua es de calidad? Mitos y engaños.

Ya dejando de lado el sabor, las marcas, los equipos… Aquellos que quieren ir un paso más allá les preocupa la respuesta a una cuestión tan básica como, ¿es buena el agua que bebo? ¿Está limpia y libre de tóxicos? ¿Cómo puedo saber si mi agua lo está?

En el siguiente post comentaremos cómo saberlo y también cómo no, y cómo nos engañan con ello.

Agua mineral natural

Lo primero que tenemos que tener en cuenta para saber escoger un buen agua es saber primero qué es un buen agua.

El agua mineral natural es un agua que procede de un manantial que brota del subsuelo. Esto determina su composición e incluirá minerales y sales -quedémonos con estos dos conceptos-.

Por tanto, el agua mineral natural es un agua que contiene sales, minerales sulfurados o gases y estos componentes se encontrarán presentes en su propia fórmula tradicional de H2O a la vez que estos minerales aportan tanto sabor como propiedades terapéuticas al líquido.

¿Cuáles son mis opciones?

Hoy en día lo más habitual no es tener acceso a un manantial al lado de nuestra casa, por lo que tenemos que adaptarnos al tiempo que nos ha tocado vivir y las opciones que tenemos a nuestro alcance.

Lo más básico y esencial es tener un agua depurada y con la menor cantidad de tóxicos posible o libre de ellos. Está claro que el agua que sale directamente por grifo no es una opción ya que contiene cloro, metales pesados, nitritos, trihalometanos, entre otros componentes. Por tanto podemos hacer dos grupos genéricos: agua embotellada y agua filtrada.

Agua embotellada: el plástico y los minerales

El agua envasada en botellas viene limpia de cloro, metales pesados… Con un sabor en su mayoría: neutro e incluso, bastante aceptable. Sin embargo, sus envases no son una garantía. Al menos en nuestro país las aguas minerales en su mayoría son envasadas en plástico -a excepción de algunas marcas o, si escogemos aguas con gas-. Los plásticos de sus envases no son recipientes seguros y migran microplásticos al agua, es decir: tóxicos plásticos.

Todas las botellas contienen contaminantes hormonales (disruptores endocrinos), y esto se demuestra en el análisis del agua embotellada publicado en Environment International, realizado por el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada en 2015. En el laboratorio analizaron la actividad hormonal de 29 muestras de agua embotellada comercializada en España, con diferentes manantiales de procedencia y un marketing impecable de “agua mineral natural”. Los resultados evidenciaron que todas tenían acción hormonal. Puedes leer más acerca del estudio publicado por el IBS de Granada pinchando aquí.

En cuanto a la mineralización, la mayoría de aguas que tenemos en el supermercado, especialmente aquí en España, son de mineralización débil, es decir, aguas neutras o incluso ácidas. ¿Y por qué? Porque los minerales son caros, cuestan dinero, y un agua pobre en minerales abarata los costes.

Y ya ni comentemos el impacto ecológico que esta opción supone…

Agua filtrada: jarras, equipos de filtración, ósmosis…

No importa el equipo que tengamos, el que queramos o el que podamos adquirir, lo importante es tener clara una cosa: escoger equipos ecológicos, libres de tóxicos y que no eliminen lo bueno del agua.

Muchos equipos del mercado, especialmente equipos de ósmosis eliminan del agua lo malo, pero también lo bueno. Hacen una depuración masiva de los componentes del agua, sin distinguir los tóxicos de los minerales naturales y al filtrar toda su composición dejan un agua prácticamente destilada, muerta y ácida, ¡y ojo! Nos la cuelan como el agua más limpia metiendo un aparatito en ella para enseñarnos lo “limpia” que está. Y de esto hablaremos en el siguiente punto.

Residuo seco y electrólisis

¿Qué es el residuo seco?

El residuo seco es la cantidad de sales y minerales disueltos que contiene el agua mineral natural. Este residuo seco va a variar y a depender por supuesto de las características específicas de cada manantial.

En resumen, el residuo seco mide la cantidad de mineralización del líquido

¿Y la electrólisis?

La electrólisis, según la Real Academia Española es: la descomposición en iones de una sustancia en disolución mediante la corriente eléctrica.

Una definición demasiado técnica y poco práctica para la vida diaria. La electrólisis es una prueba que, realizada gracias a un aparato que mide la conductividad del agua, da unos parámetros u otros. Esta conductividad reacciona con el líquido y lo va tiñendo.

Es una prueba truco que utilizan muchos vendedores de ósmosis para “mostrar” (de manera fraudulenta) la suciedad del agua del grifo.

El agua siempre que contenga minerales va a hacer un efecto (falso) de suciedad, y no porque contenga impurezas, sino porque la máquina reacciona ante cualquier sustancia que contenga el agua, ya sea tóxica o no. Es decir, reaccionará tanto al cloro como al calcio, o al plomo como al magnesio, por lo que no es una prueba concluyente.

Muchas máquinas de ósmosis del mercado como ya hemos comentado en el punto anterior desmineralizan el agua por completo, por lo que ante este agua muerta sin composición mineral natural, el aparato de medir el residuo seco del agua, no va a reaccionar.

Es importante tener en cuenta que los minerales son necesarios en nuestra alimentación, ya que se utilizan para muchas funciones del organismo: desde el mantenimiento de los huesos, corazón y cerebro hasta para nuestras hormonas. Por tanto, es fundamental que estos también estén presentes en el agua. Los minerales en el agua ayudan a regular a un correcto nivel de pH y a su vez, tienen mayor biodisponibilidad.

Las aguas destiladas son aguas ácidas, muertas y su consumo puede acarrear graves consecuencias para nuestro organismo y su correcto funcionamiento.

A continuación dejamos un video explicativo donde se desmonta el engaño sobre estas pruebas:

Mito: el residuo seco refleja las impurezas del agua.

El agua de un manantial subterráneo no posee impurezas. Es un agua mineral natural y pura, libre de tóxicos y contaminaciones.

El residuo seco (o mineralización) es una característica o virtud del agua, no una muestra de su toxicidad.

Lo ejemplificamos con 3 muestras de 3 aguas distintas:

Muestra 1: agua viva, depurada y alcalina.

Muestra 2: agua embotellada de mineralización débil (una marca común del mercado).

Muestra 3: agua destilada.

Los resultados que observaremos con la electrólisis serán:

La primera muestra va a tener mucho residuo seco, ya que es un agua con un pH alcalino, es decir, un pH alto porque es un agua rica en minerales, por lo que reaccionará potentemente al aparato de la electrólisis.

La segunda muestra también reaccionará, aunque menos que la primera, al tener una composición más pobre en minerales.

La tercera muestra no reaccionará a la prueba, ya que se trata de un agua totalmente muerta sin ningún mineral en su composición.

Entonces, ¿cómo puedo saber si mi agua está limpia?

La única forma fiable de saber la composición exacta de tu agua es con un análisis.

Hay algunas pruebas superficiales que nos pueden ayudar a saber si el agua tiene alguna sustancia o característica. Por ejemplo, se puede medir el cloro o el pH de forma muy sencilla con un reactivo específico para cada función. Estas pruebas nos pueden ayudar a saber cuándo cambiar el filtro de nuestro equipo de filtración o a saber si nuestro agua es rica o pobre en minerales, pero no nos van a dar información más allá de ello.

Si tienes cualquier duda, escríbenos por WhatsApp : )

(*) ADVERTENCIA:

Basados en la información científica disponible. Las menciones no han sido evaluadas por EFSA. Con nuestra agua no se tiene la intención de diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.

Alkanatur aconseja llevar una dieta equilibrada y variada.

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