El magnesio, junto con el calcio y el fósforo, es uno de los principales minerales que componen los huesos. El magnesio aumenta la absorción intestinal de calcio, mejorando la biodisponibilidad de este mineral para aumentar la densidad ósea.
Otra de las principales funciones del magnesio a nivel óseo, es evitar la resorción ósea o perdida de densidad ósea, regulando la absorción de la parathormona.
La parathormona es producida por la glándula paratiroides con la función de mantener el equilibrio óseo eliminando el exceso de calcio, pero en algunas afecciones como la osteoporosis, la parathormona puede actuar en exceso eliminando mas calcio de lo debido, debilitando significativamente la fortaleza de los huesos.