Tipos de plásticos y sus peligros para la salud

Plásticos: tipos y su peligro en la salud

La calidad de los plásticos

La calidad de los plásticos no solo depende del material con el que se fabriquen si no también el proceso de fabricación en si, la automatización del proceso, cuartos limpios, temperatura…

Durante el proceso de fabricación suelen añadirse diferentes productos químicos para facilitar la polimerización, alterar las propiedades de los consumibles o para aumentar la velocidad y reducir los costos de producción. De esta manera, el plástico por si mismo no es tóxico, sino las sustancias que “contaminan” el propio plástico y que se liberan con más o menos facilidad. Las más conocidas por su toxicidad son: el bisfenol A (BPA), un aditivo para conseguir un plástico duro y transparente, y los ftalatos, que se agregan para conseguir un plástico blando y flexible.

Tipos de plásticos

Los tipos de plásticos se dividen en 7 grupos dependiendo de sus características, composición y facilidad de reciclaje. La mayor parte de los envases plásticos que se usan a diario son de PET (número 1), PE polietileno (números 2 y 4) y PP (número 5), este último sin BPA. En general, los envases más seguros para reutilizar son los que indican en su base los números 4 y 5 polipropileno, envases de vidrio o acero inoxidable o aquellos marcados como libres de BPA, ya que son de mayor calidad, más estables y resistentes.

Número 1: PET (tereftalato de polietileno)

El plástico más comúnmente utilizado es el número 1 o el compuesto por tereftalato de polietileno (PET), presente en las botellas de plástico de refresco y agua. Este tipo de plástico suele especificar de ser de “un solo uso”, ya que este material es muy poco resistente, se dobla y raya con facilidad, pudiendo desprender sustancias tóxicas como ftalato, antimonio o formaldehído aunque en cantidades generalmente bajas, consideradas por las entidades reguladoras como no peligrosas para la salud. Sin embargo, es recomendable limitar su uso y priorizar otro tipo de envases si se va a reutilizar.

Número 2: PEAD (Polietileno de alta densidad)

El número 2, indica que está hecho de Polietileno de alta densidad (PEAD). Siglas en inglés (HDPE). Estos plásticos pueden ser reutilizados y rellenados, es considerado uno de los plásticos más seguros para guardar alimentos, posee bajo riesgo de filtrado. Posee alta resistencia química y térmica, es resistente al agua, a ácidos y ciertos disolventes.

Número 3: V/PVC(Vinilo o Policloruro)

El número 3, indica que está hecho de Vinilo o Policloruro (V/PVC). El PVC es resultado de combinaciones de cloro y carbono, además de algunos aditivos tóxicos; este material puede ser rígido o flexible, es de alta resistencia ambiental, es decir, No es biodegradable, por lo que representa un daño para el medio ambiente.

Número 4: PEBD (Polietileno de Baja Densidad)

El número 4, indica que está hecho de Polietileno de Baja Densidad (PEBD), sus siglas en inglés (LDPE). Este plástico es fuerte, flexible y semi opaco o transparente. Está considerado como uno de los más inofensivos, sin embargo cuando se calienta y durante su descomposición libera formaldehído.

Número 5: PP (Polipropileno)

El número 5, indica que está hecho de Polipropileno (PP). Posee un punto de fusión elevado, y esto lo hace muy útil para calentar comidas y usarlo como torteras, ya que no se derrite con el calor. Son opacos, impermeables y resistentes.

Número 6: PS (Poliestireno)

El número 6, indica que está hecho de Poliestireno (PS). Se conoce también con el nombre de Styrofoam; es considerado peligroso y mortal. Por lo que se recomienda evitar su uso o utilizarlo solo una vez, ya que cuando se calienta o se trata de reutilizar, libera Antimonio, Bromo, Estireno, Etilbenceno, Tolueno y Benceno.

Número 7: OTROS (Mezcla de plásticos)

El número 7 es bastante heterogéneo, un poco “cajón desastre”. Este grupo contiene desde envases fabricados con material reciclado y restos de plásticos que pueden contener BPA hasta envases de alta calidad que si son reutilizables y fabricados con materiales seguros y no que no liberan tóxicos.

Tóxicos que afectan a la salud

Para poder entender qué plásticos son los más seguros y hacer una buena elección, es necesario hablar de estos “tóxicos” y cómo afectan a nuestra salud.

EDC (Sustancias químicas disruptoras endocrinas)

Las sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC) son compuestos químicos que se encuentran ubicuamente en la vida cotidiana del mundo moderno. Los EDC ingresan al cuerpo humano donde actúan de manera similar a nuestras hormonas endógenas (ej: estrógeno), alterando la función del sistema endocrino y provocando efectos adversos sobre la salud humana.

Uno de los EDC más conocidos es el Bisfenol A (BPA). Este producto químico es un elemento clave en la fabricación de latas, botellas de agua reutilizables y equipo médico. Al menos el 90% de la exposición del ser humano al BPA es por ingestión en comida y bebida. En los últimos años se han realizado multitud de ensayos científicos y se ha observado que el BPA puede alterar ciertos procesos celulares como la proliferación celular, migración y apoptosis, afectando al correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

El consumo de BPA durante largos periodos de tiempo, incluso en dosis bajas, puede aumentar el riesgo de cánceres dependientes de hormonas como el de ovarios o de mama. También se asocia con problemas en el sistema reproductivo, especialmente en el femenino, pudiendo aparecer cambios en la ovulación, abortos espontáneos, la hiperplasia endometrial y el desarrollo de quistes ováricos. 

Se ha encontrado que el BPA está asociado con una amplia gama de trastornos metabólicos. El BPA es un compuesto lipofílico, es decir, se acumula preferiblemente en los tejidos adiposos. El BPA puede alterar el perfil lipídico y promover obesidad, diabetes y aumento en el acúmulo de triglicéridos y colesterol, lo que puede ayudar a la aparición de hígado graso y enfermedades como aterosclerosis. También se ha visto que favorece la resistencia a la insulina y una disminución en su producción, favoreciendo la aparición de diabetes mellitus y diabetes gestacional en el embarazo. Por otra parte, El BPA durante el embarazo y lactancia puede afectar el desarrollo del bebe

El BPA también se ha relacionado con trastornos generales de la salud como el sistema inmunológico alterado, trastornos neurológicos como la ansiedad y la depresión y aparición de enfermedades cardiovasculares que incluyen infarto de miocardio, arritmias e hipertensión.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido recientemente la ingesta diaria tolerable, es decir, la cantidad de BPA que se podría llegar a ingerir diariamente a largo plazo sin un riesgo alto para la salud en 50 μg/kg/día. Esta dosis de referencia es bastante superior a lo que se consume de forma normal según la OMS (unos 1,5 μg/kg/día para los adultos). Sin embargo, debido a que este tóxico está presente en múltiples artículos de nuestro entorno (juguetes, tickets de la compra, botellas, etc) y que puede afectar si se consume a largo plazo, aunque sea en dosis bajas, es recomendable evitarlo siempre que sea posible.

Alternativas saludables

Las restricciones al empleo de BPA, junto con la incertidumbre sobre su seguridad, ha hecho que en los últimos años la industria haya buscado para sus productos distintas sustancias alternativas que, conservando las propiedades del compuesto, no cuenten con sus limitaciones de uso. Así, entre los consumidores se encuentran ahora mismo productos que cuentan en su formulación con bisfenol S, F, AP o Z. Desafortunadamente, todavía resultan muy insuficientes los estudios toxicológicos llevados a cabo con estas nuevas sustancias, por lo que hasta la fecha existe un notable desconocimiento de sus efectos adversos sobre la salud humana y ambiental. El efecto disruptivo metabólico que se atribuye al BPA, también podría ser causado por los productos químicos utilizados como alternativas.

 

Actualmente existen una gran variedad de productos que sirven como alternativa a las botellas clásicas de plástico con BPA como son el vidrio, aluminio o plásticos sin BPA. Las empresas cada vez invierten más recursos en investigación e innovación con el fin de buscar alternativas sostenibles y seguras para el consumo humano y para el medio ambiente. Uno de los plásticos sin BPA (sin BPS y BPF) más comúnmente utilizado en la actualidad es el tritan, un plástico de copoliester. Es necesario prestar información al fabricante de estos envases y asegurarnos de que cuentan con certificados que indiquen que los envases están libres de tóxicos y son seguros para el consumo. 

Laura Doblado

Estudió el grado en Biología en la Universidad de Alcalá de Henares, el máster de Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina en la Universidad Complutente y actualmente se encuentra acabando una tesis doctoral en Biociencias Moleculares en la Universidad Autónoma de Madrid. Desde febrero de 2019 trabaja en el laboratorio de María Monsalve en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale CSIC-UAM en el departamento de Enfermedades metabólicas e inmunitarias, estudiando la función mitocondrial en la salud y en la enfermedad. 

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(*) ADVERTENCIA:

Basados en la información científica disponible. Las menciones no han sido evaluadas por EFSA. Con nuestra agua no se tiene la intención de diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.

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