El agua es esencial para la vida en la Tierra. No solo necesitamos agua para beber y mantenernos hidratados, sino que también es crucial para la agricultura, la industria, la generación de energía, la salud pública y el equilibrio de los ecosistemas naturales. Sin embargo, a pesar de su vital importancia, el agua dulce es un recurso finito y vulnerable que enfrenta una serie de amenazas, desde la sobreexplotación hasta la contaminación y el cambio climático.