Plásticos, plásticos everywhere! El terror de los nanoplásticos.

Plásticos, plásticos everywhere! El terror de los nanoplásticos.

En estos últimos días se ha hecho eco un estudio de la Universidad de Columbia en el que ha desarrollado un método para cuantificar micro y nanoplásticos en el agua y los resultados han sembrado una ingente preocupación en la población.

Investigadores del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, y autores de la publicación Rapid single-particle chemical imaging of nanoplastics by SRS microscopy (Español: Imagen química rápida de nanoplásticos de una sola partícula mediante microscopía SRS) en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences han conseguido poner el punto de mira en su trabajo. El estudio analizó la presencia de ya no sólo microplásticos, sino nanoplásticos, en el agua embotellada. Es, de hecho, uno de los primeros estudios en identificar estas diminutas partículas en agua embotellada. 

Según los resultados del estudio, un litro de agua embotellada contiene de promedio unos 240.000 fragmentos de plástico detectables. Esto son entre 10 y 100 veces más respecto a estimaciones que contemplaban tamaños mayores. Citando traducido el mencionado estudio podemos ver la magnitud del problema de estos, endulzando su nombre, “pequeños”: 

“Los plásticos están ahora omnipresentes en nuestra vida diaria. La existencia de microplásticos (de 1 µm a 5 mm de longitud) y posiblemente incluso de nanoplásticos (<1 µm) ha generado recientemente preocupaciones para la salud. En particular, se cree que los nanoplásticos son más tóxicos ya que su tamaño más pequeño los hace mucho más susceptibles, en comparación con los microplásticos, de ingresar al cuerpo humano. Sin embargo, la detección de nanoplásticos impone enormes desafíos analíticos tanto en la sensibilidad a nivel nano como en la especificidad de identificación del plástico, lo que genera una brecha de conocimiento en este misterioso nanomundo que nos rodea.

Además tal y como comentan, una de las complicaciones es la dificultad para analizar dichos sujetos, por lo que siguiendo el refrán “ojos que no ven, corazón que no siente” hasta ahora nadie se había inquietado demasiado por ello, pero una vez los ojos ven, la preocupación es palpable.

“Detectamos e identificamos con éxito nanoplásticos de los principales tipos de plástico. Se estimó que las concentraciones de micronanoplásticos eran de aproximadamente 2,4 ± 1,3 × 105 partículas por litro de agua embotellada, de las cuales aproximadamente el 90% son nanoplásticos. Esto es mucho más que la abundancia de microplásticos reportada anteriormente en el agua embotellada. El recuento de partículas individuales de alto rendimiento reveló una extraordinaria heterogeneidad y no ortogonalidad de las partículas entre la composición y las morfologías del plástico; El perfil multidimensional resultante arroja luz sobre la ciencia de los nanoplásticos.

El agua embotellada es un producto atractivo, tendencia y con un marketing nivel genio, ya que nos han convencido toda la vida de ser la opción más saludable para consumo de agua. Una campaña de convencimiento y éxito, casi tanto como la de que Coca-Cola te da la felicidad.

Que el agua embotellada no es una opción segura no es un mito, es una realidad, y empieza ya a ser una realidad para muchas personas que vivían engañadas bajo brillantes botellas y coloridas etiquetas ilustradas. Cada día se está demostrando más y más gracias a la evidencia científica. Y ya ni entremos en la parte de sostenibilidad… El impacto dado del desperdicio masivo de plásticos de un solo uso que genera preocupa cada día más y más y el coste medioambiental y económico que tiene es desmesurado. 

Estos días los nanoplásticos están en boca de todos, pero ya años atrás hay muchos expertos a los que les preocupan todos estos temas. Allá por el 2015 el Doctor Nicolás Olea, experto y referente en el campo de los disruptores endocrinos, además de persona a la que admiramos tremendamente, ya alertaba sobre el agua embotellada y la acción hormonal que esta ejercía sobre nuestro organismo. 

Citando a la eminencia Nicolás Olea: “Todas las botellas contienen contaminantes hormonales”. Esta afirmación se demostró en el análisis del agua embotellada publicado en Environment International. Puedes leer más acerca del estudio publicado por el IBS de Granada pinchando aquí.

¿Podemos considerar ya que el plástico es la plaga de nuestro siglo?

Después de toda esta info estarás pensando si el agua de grifo es mejor opción: si y no. Sí se ha visto que contiene menos carga plástica que un agua puramente envasada en plásticos de baja calidad y migrantes de disruptores endocrinos, pero contiene otros tóxicos que también son males endémicos: cloro, metales pesados, pesticidas, trihalometanos… 

¿Solución? Filtra el agua que bebes con un equipo de calidad que elimine las impurezas. 

Si, ¡fíltrala! Así de claro, como el agua. 

(*) ADVERTENCIA:

Basados en la información científica disponible. Las menciones no han sido evaluadas por EFSA. Con nuestra agua no se tiene la intención de diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.

Alkanatur aconseja llevar una dieta equilibrada y variada.

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