El agua es un derecho fundamental para la preservación de la vida. Es un derecho humano y aunque parezca increíble, todavía es un recurso limito e inaccesible para algunas personas.
Más de un tercio de la población, unos 2.000 millones de personas, no tiene acceso a un agua potable y segura, y esto merece ser exigido, pero también ha de hacernos conscientes de nuestra propia situación, normalmente privilegiada por tener acceso a este y otros bienes naturales, y a su vez, responsables de ella.
Es responsabilidad individual hacer una buena gestión de los recursos naturales del planeta.