Es difícil llevar un estilo de vida como el de los Hunza, especialmente en sociedades modernizadas donde el ritmo de vida es demasiado rápido. Sin embargo, podemos tratar de adaptar lo máximo posible sus buenas costumbres a nuestra vida, empezando por nuestro plato.
Según diferentes estudios podemos basar nuestro plan de alimentación en tres pilares realmente sencillos –y baratos–.
1. Frutas y verduras, primando aquellas de temporada.
2. Alimentos prebióticos, como kéfir o verduras fermentadas.
3. Agua alcalina, y si tiene propiedades antioxidantes, mejor.
Se puede incluir un consumo pequeño de carne e incluir algunos alimentos lácteos como el yogur o la leche.
Por supuesto se ha de dejar de lado el azúcar, hidratos de carbono refinados y procesados y complementar nuestra dieta haciendo ejercicio de forma regular para mantenernos más felices, reducir los niveles de estrés y ansiedad y mejorar nuestra motricidad.