La mayoría de frutas y verduras, incluso las ecológicas, pueden estar expuestas a agrotóxicos, bacterias y residuos industriales. Según organismos como la Environmental Working Group, se han detectado restos de pesticidas incluso después de un lavado convencional.
Además, el agua del grifo, en muchos casos, no es suficiente para eliminar este tipo de contaminantes. Por eso es fundamental usar un método que realmente ayude a descomponer y eliminar estos residuos sin añadir químicos.