Limonada alcalina

¿ Que os parece una limonada alcalina para los días de calor? Es una bebida súper refrescante, natural, saludable y muy fácil de preparar. Sólo necesitamos:

  • Agua alcalina
  • Un par de limones
  • Stevia
  • Hielo picado
  • Jengibre rayado

Empezamos exprimiendo los limones (la cantidad dependerá de cuanta limonada quieras hacer), cuando tengamos el zumo lo mezclamos con un poco de agua alcalina bien fresquita y le añadimos una pizca de stevia (al gusto de cada uno) para endulzar la mezcla. Si queremos también podemos añadir una cucharada de jengibre rallado. Removemos bien y lo servimos en un vaso con el hielo picado., si queréis le podéis poner unas hojitas de menta para adornar.

No sólo es una bebida refrescante sino que también aportará muchas propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Empezando por el ácido cítrico del limón que tiene función desintoxicante, además de reforzar las defensas y regular el colesterol. Asimismo esta fruta tiene numerosos minerales alcalinizantes, que junto con el magnesio y potasio del agua alcalina, ejercerán una gran labor antioxidante en nuestro cuerpo. Si a esto añadimos su alto contenido en vitamina C, también antioxidante, esta bebida se convierte en un cocktail ideal para neutralizar los efectos de los radicales libres.

Como he comentado antes, también podéis añadirle una cucharadita de jengibre rayado, ya que es un perfecto quema grasas natural, de ahí sus propiedades adelgazantes, lo cual es genial, sobretodo en esta época del año en que nos gusta lucir un vientre plano.

Por su parte , la stevia, que añadiremos para endulzar, tiene también propiedades muy beneficiosas, entre ellas, que es diurética, reduce el azúcar en sangre, combate la fatiga, posee efectos antibióticos, es bactericida y posee gran capacidad antioxidante, entre muchas otras cosas y además tiene 0 calorías!!!!

¿Estás preparado para pasar un agosto repfrescante?

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(*) ADVERTENCIA: Basados en la información científica disponible. Las menciones no han sido evaluadas por EFSA. Con nuestra agua no se tiene la intención de diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.

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