Nuestro cuerpo está compuesto por un 60% de agua. Es más, es el principal componente de la sangre, los tejidos y los órganos. A lo largo del día una persona puede perder entre 2,5-3 litros de agua a través de la orina, las heces, la respiración y el sudor.
En verano, con las altas temperatura, nuestro cuerpo incrementa la perdida de agua y el riesgo de sufrir deshidratación, sobre todo en niños y personas mayores. El agua cumple la función de regular la temperatura y mantener el cuerpo funcionando con normalidad y ayuda a mantener la temperatura corporal entre 36 y 37 grados.
Así que, si todavía no le dabas la suficiente importancia a mantenerte hidratado, aquí te dejamos los mejores consejos para evitar la deshidratación tan común en esta época.