El vidrio de borosilicato no contiene sustancias tóxicas. Es un vidrio especial de poros finos, claro y ligero y con un brillo particularmente hermoso. 

Es insípido e inodoro. No cambia de color y posee una elevada resistencia química y mecánica. 

Es un cristal muy fuerte y resistente adecuado para utensilios resistentes al calor, tales como las bandejas para hornear o la vitrocerámáica. 

La mayoría de los vidrios de laboratorio de calidad a día de hoy están hechos de vidrio de borosilicato. En la tecnología médica también se suele preferir este tipo de vidrio para el envasado de líquidos. Es resistente a la rotura y a los productos químicos. Debido al bajo coeficiente de dilatación, este material se suele utilizar también para los espejos de los telescopios. Gracias a su brillo y alta durabilidad el vidrio de borosilicato está especialmente indicado para el uso diario.